Sobre mí

Fue entonces cuando realmente emprendí este camino de descubrimiento interior y transformación que me llevó a comprenderme y a conocerme realmente.

Todo un proceso que inicié en primer lugar gracias a las formaciones en Bioneuroemoción® que me ayudaron a comprender, en mí misma y luego en mis clientes, cómo las emociones nos afectan aunque las ignoremos o no tengamos consciencia de ellas. El primer paso para mi fue de comprender que todo el miedo y estrés que viví al convertirme en madre era un reflejo de lo que viví en los primeros años de mi vida y de qué manera esto le afectaba a mi hijo en su comportamiento y síntomas. También comprendí mi propio comportamiento con él y la manera en que estaba queriendo compensar todo lo que no recibí de cuidado afectivo y atención en esa primera fase de mi vida. La frase “el cuerpo grita lo que el alma calla” empezó a tener un sentido cada vez más claro y profundo para mi.

Luego sobre todo fueron las formaciones en sanación kármica que me ayudaron a cambiar. Vi claramente que al igual que las emociones de momentos pasados de la infancia quedan guardadas en nosotros y nos siguen afectando en nuestro presente, las memorias que tienen un origen más lejos en el pasado, en vidas pasadas propias o en memorias de nuestros antepasados también tienen una gran influencia. Y no solo representan una influencia sino que es la mejor manera de comprender el origen real de un conflicto presente para poder liberarlo. En mi proceso, logré identificar y desactivar una memoria heredada de las mujeres de mi familia que me hacia sentir que al tener hijos se me había ”acabado la vida”, que había perdido toda libertad y no habría nada más para mí. Aunque sabía que no era así, esa era mi sensación generando una gran tensión y carga en mi rol de madre y en la relación con mi hijo. En cuanto a mi pareja, después del nacimiento de mi hijo surgieron bloqueos al nivel intimo que no comprendía hasta que tomé consciencia de todas las memorias que se habían activado. Eran memorias de vidas pasadas en relación a la sexualidad que no se habían manifestado antes. Fue un gran alivio poder comprenderlo todo, liberarlo y poder volver a crear esa conexión con mi pareja.

A continuación las formaciones en constelaciones evolutivas y terapia de sanación regenerativa me permitieron llegar a los resultados, el cambio en cómo me sentía y también en todos los aspectos de mi vida. Las constelaciones se realizan gracias al Teatro de la Vida, una herramienta fantástica gracias a la cual después de reconocer el origen del conflicto, los cambios son instantáneos, las liberaciones y la transformación de energía se perciben en el momento permitiendo hacer sentir y ver los efectos con más claridad y rapidez.